Un estudio de la Universidad de Oxford confirma que para el año 2050 la energía limpia es posible y rentable. Además, esta transición a un sistema de energías renovables supondría un ahorro de 12.000 millones de dólares en comparación las energías fósiles.
El estudio revela una posición positiva cara al futuro y que la rápida transición puede proporcionar más energía a la economía mundial. Además, se amplía el acceso a la energía a todas las personas del mundo.
Este panorama de transición rápida que expone la investigación se trata de un escenario realista para un sistema energético basado en las energías renovables en el año 2050, donde habrá un aumento de la energía solar, eólica, baterías, vehículos eléctricos y combustibles limpios como el hidrógeno verde.
En la investigación se realizó un esquema sobre los diferentes costes producidos por los principales modelos energéticos. También se tuvo en cuenta el tiempo de rentabilidad de cada energía renovable: 45 años de costes de la energía solar, 37 años de costes de la energía eólica y 25 años de almacenamiento en baterías.
Asimismo, en el proyecto se explica que los costes en el almacenamiento, como baterías y la electrólisis del hidrógeno, se puede reducir. Sin embargo, los costes en la energía nuclear han aumentado en el último lustro. Por ese motivo, se cree que no fuera muy competitiva frente a la caída de los costes de las energías renovables y del almacenamiento.
La actual crisis energética subraya las conclusiones del estudio y demuestra los riesgos de seguir dependiendo de unos combustibles fósiles caros e inseguros. La investigación confirma que la respuesta a la crisis debe incluir la aceleración de la transición a energías limpias y de bajo coste, por los beneficios tanto económicos como sostenibles.
